Una canción para un recuerdo romántico. Otra para una celebración. Otra con la que echar de menos a alguien. Esto es lo normal. Luego están los sociópatas homicidas. Que tienen su tema para arrancarle los párpados a su víctima. O para rodear su cuello hasta asfixiarla. O para deshacerse del cadáver. Augusto Ledesma, diseñador y asesino en serie, escucha por ejemplo a Vetusta Morla, Love of Lesbian y Enrique Bunbury. Y también a Iván Ferreiro, que además ha compuesto tres temas inéditos inspirados en él. El cantautor gallego participa en la banda sonora de la trilogía de novela negra Versos, canciones y trocitos de carne, de César Pérez Gellida.
La música no deja nunca de acompañar el recorrido criminal de Ledesma, protagonista de los tres libros que componen esta saga;Memento Mori, Dies Irae y Consumatum est. Todos los temas forman parte del ADN melódico de su creador, Pérez Gellida, con el que también se sentía muy identificado el propio Ferreiro. «Cada momento tiene su canción, como dice el personaje y la primera que me viene a la mente, es la que le pongo», comenta el escritor, que trabaja siempre de madrugada porque sus días empiezan más o menos a las cuatro de la mañana y que escribe con un secador como único compañero. Sí un secador. Gellida señala que su sonido le aisla del resto del mundo. «Algunos lo llamarán manía, para mí es una costumbre».
«Muchas novelas utilizan el recurso de la música», añade Ferreiro, «y en este caso conocía el 90% del repertorio». El cantante, que ya había leído la trilogía antes de que llegara a sus manos la propuesta de escribir canciones para ella, reconoce que «las canciones que elige César atan emocionalmente al texto». El triple cd que compone la banda sonora es una recopilación del pop-rock sobre todo español de los últimos tiempos, a la que Ferreiro ha añadido tres inéditos: «Íbamos a hacer uno y al final salieron tres, fue muy intenso». En uno de ellos participan Bunbury y Santi Balmes.
El escritor se involucró en la composición de las letras, para lo que se encerró tres días en casa de los Ferreiro (Ivan y su hermano Amaro). «Básicamente me dejaron en la cocina con papel y boli y una cerveza, me explicaron cómo iba lo de la métrica y ellos iban trabajando en las melodías», cuenta el autor.
Pérez Gellida recibió el año pasado el premio de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses por la labor de documentación criminalística y forense de la trilogía. El autor entrevistó a un especialista en narcisismo para construir la personalidad de Ledema. «Quería entender el comportamiento de los sociópatas y a partir de ahí fue todo interpretación. Ferreiro, a su lado, empieza a dar miedo: «A ver, ¿quién no ha soñado con secuestrar a su jefe y meterlo en una habitación con fotos de todos los momentos en los que te lo ha hecho pasar mal y matarlo? En el fondo todos tenemos esa fantasía oculta». Por suerte, aclara que lo dice en broma. Y entonces Pérez Gellida vuelve a alertar: «Hay más sociópatas de lo que nos imaginamos. Pero no todos matan ¡eh!».
Tras el momento macabro, Ferreiro cuenta que le gustan este tipo de encargos, que su vida es «muy aburrida» como para estar escribiendo siempre de sí mismo y que es interesante meterse en la piel de un detective y de un asesino bipolar. Cada uno con sus instintos.
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